ACCIÓN DE GRACIAS
Día de Acción de Gracias, lo conozco por las películas americanas, dónde se reúnen las familias para dar las gracias a Dios por todas las cosas buenas que tienen, y para comer un enorme pavo.
Está muy bien celebrar un Día de Acción de Gracias una vez al año, pero ¿porqué sólo una vez al año?
¿Si tuvieras un buen amigo que todos los días te demostrara su amor, que todos los días te acompañara y ayudara, que todos los días te hiciese un precioso regalo, le dirías: "Oye, cuando pase un año te haré una fiesta para agradecerte todo lo bueno que has hecho este año por mi"; o le darías las gracias todos los días para que él supiera que te sientes verdaderamente agradecido?
Si Dios nos da todos lo días el milagro de la vida, nos da una mente que funciona, nos da un cuerpo capaz de hacer innumerables cosas distintas, un corazón capaz de amar, de sentir todas las cosas buenas de la vida, nos da todo lo que necesitamos para que nuestro organismo siga viviendo cada día; ¿no merece Dios un agradecimiento diario, no merece que cada mañana al levantarnos abramos los brazos de par en par y digamos desde lo más profundo de nuestro corazón: "Gracias, Dios, por que existo, por que Tú me das todo lo que yo soy, por que Tú me das la vida, el mayor regalo que hay"?
Alguna vez he oído de un adulto a un niño después de regalarle unos caramelos: ¿Cómo se dice, cuál es la palabra mágica?, y el niño le responde tímidamente después de pensar un rato: "gracias".
En verdad la palabra "gracias" es una palabra mágica, mágica hacia otros seres humanos, por que al sentir el agradecimiento, seguramente ellos nos vuelvan a tratar bien en otra ocasión.
Y si es mágica ante los seres humanos, ¿No será mucho más mágica dirigida hacia nuestro Creador, hacia Dios, que es infinita bondad hacia nosotros y hacia toda su creación?
No creo que Dios necesite de nuestro agradecimiento para seguir creando, dando vida y bondad, pero puede que nosotros si necesitemos darle las gracias todos los días, para recordar que somos creados por Él, que estamos vivos por Él, que no venimos de la nada y que Él siempre está con nosotros.
Gracias Dios, hoy y siempre.
Juan Ramón Díaz Ruiz. 15-9-2014