lunes, 28 de octubre de 2013

No seas tonto...











NO SEAS TONTO...

"No seas tonto, no des nada a cambio de nada..."


Eso fue lo que lo que me enseñaron de pequeño. Puede que ese fuera mi "bautismo" en el estilo de vida materialista. Seguramente a los que me enseñaron así también les habían enseñado lo mismo.


No se si alguno de ellos habría tenido en su vida la experiencia de sentir plenitud en su corazón, de sentir que su corazón rebosaba de tanto amor que tenían que dar lo que le sobraba por que no podían quedárselo todo.

Puede que no llegaran a conocer la dicha que hay en dar por dar, sin esperar nada a cambio; la dicha de saber que eres afortunado simplemente por tener la capacidad de dar, de dar lo que sea, una sonrisa, una mano, un abrazo, una flor, un dibujo, de dar las gracias... Quien tiene esa dicha es un ser privilegiado, es rico en amor, y por eso puede darlo.
Todos tenemos esa capacidad, pero nos han enseñado que no debemos de dar nada a cambio de nada.

Espero no haberme dado cuenta de esto demasiado tarde en mi vida, darme cuenta de que si todavía puedo dar algo, por sencillo que sea, soy un ser afortunado, pues no estoy haciendo más que compartir con los demás un poquito de todo lo que Dios me da. Es simplemente un acto de gratitud hacia Él.


Por eso yo te digo ahora: 

No seas tonto, da por el placer de dar, da por la dicha de dar, da por la gratitud de poder dar, sin esperar nada a cambio.

No tienes porque dar grandes cosas materiales, por que lo que tú tienes para dar es mucho más valioso. Tienes una boca para dar sonrisas y buenas palabras, tienes unos ojos para dar brillo y luz, tienes unos brazos y unas manos para dar abrazos, caricias, apoyo y cosas bonitas, y tienes un corazón para dar amor. No lo menosprecies, tienes todo lo que se necesita, sería una pobreza no utilizarlo.


Si puedes dar es porque tienes esa maravillosa capacidad, utilízala con gratitud.


Te doy estas palabras, y te doy las gracias por leerlas.




Juan Ramón Díaz Ruiz.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Mandala Red de Luz Reiki. Circulo de Sanación por el Mundo

AMOR, LUZ Y VIDA


Juan Ramón Díaz Ruíz se une al Círculo de Sanación "Redes de Luz por el Mundo", iniciativa del Sistema de Sanación Tinerfe con su Mandala Reiki "Amor, Luz  y Vida".

Juan Ramón Díaz Ruiz.
Terapeuta Reiki.
Sanador Espiritual.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Si supiera que mis lágrimas...


SI SUPIERA QUE MIS LÁGRIMAS...

Si supiera que mis lágrimas podrían limpiar de la faz de la Tierra todo el dolor y el sufrimiento, toda la mentira y el engaño, toda la ambición y el mal de la humanidad, lloraría con gusto todo un océano.


Juan Ramón Díaz Ruiz.

Amar es Amar


AMAR ES AMAR

Amar no es querer,
Amar no es desear,
Amar es Amar.

Amar no es regalar,
Amar no es comprar,
Amar es Amar.

Amar no es controlar,
Amar no es educar,
Amar es Amar.

Amar no es cocinar,
Amar no es limpiar,
Amar es Amar.

Amar no es trabajar,
Amar no es ganar,
Amar es Amar.

Amar no es prometer,
Amar no es esperar,
Amar es Amar.


Juan Ramón Díaz Ruiz.

Cambio de Sentido


CAMBIO DE SENTIDO

Toda una vida rodando por la autopista  en una misma dirección, en la dirección en la que me dijeron que encontraría ese pueblo llamado "Felicidad".
Gastando gasolina, esfuerzo y tiempo, yendo cada vez con más prisa, con más impaciencia, con más desesperanza, pensando «Ya debe de quedar poco, tengo que llegar ya. ¿Dónde está Felicidad? ¿Por qué no llego nunca?»
El navegador de mi coche está programado para decirme que siga de frente, pero una pequeña y sutil voz en mi interior me dice que algo no va bien, que no voy por buen camino.
La desoigo, el navegador indica que debo de seguir de frente. Lleno de nuevo el depósito del coche, vuelvo a la autopista y piso más el acelerador, esperando que la velocidad me lleve a "Felicidad".
Mi voz interior vuelve a susurrarme «No vas bien». La vuelvo a desoír. Es imposible, no hay otro camino; además, todo el mundo va en la misma dirección.
El coche se calienta, pero en lugar de parar acelero más y más.
Cuando ya estoy al borde del agotamiento, cuando el coche está a punto de averiarse, mi voz interior me grita «¡Para ahora!» Me asusto, giro hacia la cuneta y piso fuertemente el freno. El coche tarda en detenerse del todo, lleva demasiada inercia. Me mareo del frenazo y, de puro agotamiento, me quedo dormido.
Despierto horas después, exhausto, confuso, desorientado. ¿Qué pasa? ¿Es que no existe "Felicidad"? Toda la vida me dijeron que fuera en esta dirección y ahora ya no sé nada, me parece que he perdido media vida circulando por este camino. «No vas bien por aquí», me dice de nuevo mi voz interior, ahora más claramente. «Tienes que dar media vuelta y volver por el sentido contrario».
¿Cómo voy a dar media vuelta? Llevo rodando siempre en esta dirección, he gastado todos mis esfuerzos en hacer este viaje... Además, por el sentido contrario no circula casi nadie, todo el mundo va por este sentido...
«Tienes que dar media vuelta, cada vez te estás alejando más de "Felicidad"», insistió con seguridad mi voz interior.
Entonces encendí el motor y circulé hasta el próximo cambio de sentido, me desvié por él y di media vuelta. Estaba cansado, frustrado, pero ya no podía desoír más mi voz interior.
La inercia de toda una vida era muy fuerte, costaba vencerla; y sobre todo costaba vencer la soledad, viendo como todos los coches seguían por el carril contrario a gran velocidad.
«Espero que no te equivoques», le dije a mi voz interior, pero ella se había convertido ya en mi brújula y tenía más fuerza que el navegador del coche, que seguía indicando tozudamente «Cambie de sentido en el próximo desvío». Bajé su volumen, y puse música.
El camino de vuelta se me antojaba largo y difícil, pero estaba decidido. Ahora sé que seguir recorriendo más kilómetros en la otra dirección me hubiera llevado a la frustración, la desesperación de encontrarme con un pueblo fantasma al final de mi viaje.
Todavía no he encontrado el pueblo llamado "Felicidad", pero ahora es la brújula de mi corazón la que guía mi camino y seguro que el entiende más de felicidad que un simple navegador.

Dedicado a mi voz interior.


Juan Ramón Díaz Ruiz.

sábado, 24 de agosto de 2013

Deseo de un mundo mejor


DESEO DE UN MUNDO MEJOR


Quiero dedicar esta foto a Damián Álvarez, y a todos los amigos del Sistema de Sanación Natural Tinerfe.

Es una foto muy especial para mi, en la que se recoge el anhelo de cómo me gustaría ver el mundo, un mundo en el que las almas fueran puras y transparentes como esa gota de agua, un mundo natural lleno de flores, buenas vibraciones y dulces aromas, un mundo radiante de luz y color, un mundo lleno de verde esperanza y rosa amor.

Un mundo, en definitiva, tal como lo creó Dios, lleno de sencillez, belleza y alegría.

Si estas flores tienen todo esto, ¿cómo no vamos a poder tenerlo nosotros, los seres humanos?

Yo se que una vez vi el mundo de esta manera, y se que lo volveré a ver, ese es mi más profundo anhelo.

Gracias a todos los que tenéis el mismo anhelo, y no dejáis de buscarlo.


Juan Ramón Díaz Ruiz.

viernes, 23 de agosto de 2013

Pájaro herido











PÁJARO HERIDO

Recogí un pájaro herido, lo cuidé, lo alimenté, y cuando recobró las fuerza abrió sus alas y voló sin mirar atrás.
Por un momento pensé que era poco agradecido por no despedirse; pero ahora se que voló rápido hacia el cielo para contarle a Dios lo que yo había hecho por él.

Juan Ramón Díaz Ruiz.

Dios me dijo

DIOS ME DIJO:


Deja de buscar la paz, la plenitud y la felicidad en lugares donde nunca los vas a encontrar; pues Yo Soy la paz, la plenitud y la felicidad, y sólo en mi los encontrarás.

Juan Ramón Díaz Ruiz.

jueves, 18 de julio de 2013

No pierdas la esperanza


NO PIERDAS LA ESPERANZA


Os presento a "Esperanza". Éste es el nombre que puse a este pajarillo.

¿Queréis saber por qué?

Bien, os lo cuento.


Mi amiga Teresa llevaba varios días escuchando ruiditos en el tubo de la campana extractora. No había duda de que era algún animalillo, un pájaro o un ratoncillo. Yo pensé que podía ser que unos pajarillos hubieran hecho allí su nido...

El caso es que el ruidito no cesaba, y esta mañana me puse a investigar. El tubo era vertical, estaba herméticamente cerrado, y lo que fuera que hacía ruiditos allí dentro, parecía que no podía salir, que estaba atrapado.
Intenté desmontar partes de la campana, pero no podía acceder a dónde estaba el animalillo. Intenté desmontar el tubo, pero estaba sellado muy fuertemente, y no podía abrirlo. Hubo un momento que me dije: "no puedo sacarlo". Pero algo me impedía dejar allí encerrado a aquel ser vivo. Sea lo que fuese, llevaba allí varios días, y debía estar pasándolo muy mal.
Y entonces no paré hasta que pude separar el tubo de la junta, y abrirlo.

Y allí estaba, este pajarillo, un vencejo, atrapado en ese pequeño y oscuro agujero, luchando por salir desde hacía días, sin conseguirlo. Me pareció agonizante, con la punta de las alas retorcidas y pegadas por la grasa. Sin embargo, no se había rendido.

Lo cogí entre mis manos, le di calor, le di de beber un poco de agua, vi como abría los ojos, y sentí en mi mano como su pequeño pero fuerte corazoncito vibraba cada vez con más vida. Le limpié las alas, la cola y el vientre con un poco de agua, para que se despegaran las plumas.

Tenía que pasear a mi perro (que por cierto, no hacía más que ladrarle), y lo llevé por la calle en la mano. Él se dejaba llevar, iba recuperando cada vez más vida.

Aún así, yo creía que iba a tener que cuidarlo bastante tiempo, puede que días, por que estaba en un estado lamentable.


Pero él, ya hacía intentos por escapar de mi mano.


En un jardín, ya hizo el intento de volar, aunque cayó al suelo torpemente. Pero no dejó de intentarlo. Cada vez un poquito más lejos, con más fuerza.


Hasta que, al fin, se sintió tan seguro que voló, y voló más, hacia el cielo azul. Me despedí de "Esperanza" con la vista puesta en su grácil vuelo, y con el corazón alegre y esperanzado.



En cuestión de una hora y media, ese pajarillo pasó de estar condenado a morir en un agujero oscuro, a volar libre y alegre por el cielo.


Y siento cómo esta pequeña historia trae a mi corazón y a mi vida un gran mensaje de esperanza, un gran mensaje de Fe.



Puede que haya personas que piensen: "Bueno, no es más que un simple pájaro sin importancia".


Pero, ¿no nos sentimos nosotros, en muchas ocasiones, como pequeños pájaros, indefensos, atrapados, sin esperanza, sin salida, sin poder volar?

¿No nos parece a veces que nuestra vida está en un callejón sin salida, y que nadie puede o quiere ayudarnos?


Si Dios puede hacer ésto por un pequeño pajarillo, ¿Qué no podrá hacer por nosotros, sus hijos?


Yo te digo: "No pierdas la esperanza". Dios tiene un millón de maneras de ayudarnos. Lo único que tenemos que hacer es pedírselo desde el corazón.

Y nos mandará una mano en forma de ayuda, en forma de salida, en forma de sanación. Seguro.


Ten esperanza, ten Fe en Dios, y volverás a volar por el cielo azul.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


"Así que no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos". Mateo 10:31.


viernes, 28 de junio de 2013

Falsos cimientos



FALSOS CIMIENTOS


El Edificio de nuestras vidas se tambalea, amenaza derrumbe. Y es por que nos hicieron construirlo sobre falsos cimientos, cimientos de papel pintado. Y sobre ellos hemos ido construyendo piso tras piso. Y ahora sentimos que nuestra "bonita" casa tiembla, se resquebraja, y nos da vértigo, nos aterra.

Yo no pienso construir ni un piso más sobre esos falsos cimientos. Y si se tiene que derrumbar mi casa, pues que se derrumbe. Ya no aguanto vivir más en una casa mal construida, vivir en la inseguridad, el miedo, la falsedad, la falta de amor.

Y me pongo en manos del gran arquitecto, del gran constructor, para que mi nueva casa, por modesta que sea, esté construida sobre los verdaderos cimientos de la verdad y el amor, dónde me sienta seguro y a salvo, donde pueda vivir una vida plena y feliz.

Gracias, Dios, por derrumbar mis falsos cimientos.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


jueves, 27 de junio de 2013

Hoy entendí lo que significa "Amar a Dios"

















Hoy entendí lo que significa "Amar a Dios":

Es dar las gracias por la vida que nos dio y que nos da a cada instante, pues Dios es Vida y Amar la Vida es Amar a Dios.


Juan Ramón Díaz Ruiz.

viernes, 21 de junio de 2013

Aquello... es Verdad
















AQUELLO... ES VERDAD

Aquello que siempre sentiste, que siempre creíste,
Aquello es Verdad.
Aquello que te hizo vibrar, que te hizo cantar,
Aquello es Verdad.
Aquello que hizo latir tu corazón,
que te hizo sentir tu mismo son,
Aquello es Verdad.
No importa que nadie te entienda, que nadie lo aprueba, que nadie lo crea...
Aquello es Verdad, y siempre lo será.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


Un corazón sin amor...
















UN CORAZÓN SIN AMOR...

Un corazón sin amor es como una mariposa sin alas.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


Una simple gota



















UNA SIMPLE GOTA

Millones de gotas de agua caen cada día del cielo a la tierra. Cada una de ellas cae en un sitio único, diferente, y cada una de ellas recorrerá su propio camino hacia el mar.
Y cada uno de esos caminos, más largos, más cortos, más fáciles, más difíciles... es bueno, es perfecto. Ninguna gota puede recorrer el camino de otra, solo podrá recorrer su propio camino.
Pero todas ellas serán guiadas por la misma fuerza hasta encontrarse y volver a fundirse en el mar.
Todo camino es bueno, mientras se esté en movimiento impulsado por esa fuerza; todo menos el camino del miedo, que nos lleva a un pantano sin salida, nos impide fluir, nos paraliza, nos quita la vida y la energía.
Fluye, muévete, busca, equivócate, aprende, vive... lucha por salir de ese pantano fangoso; deja que la fuerza que todo lo mueve te reconduzca por tu camino hacia el mar.
No quieras ir por el camino de otro, pues tú tienes tu propio camino que seguir, y es perfecto.
                                                                                                                                                          Firmado: una simple gota.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


Todas las palabras del mundo...


TODAS LAS PALABRAS DEL MUNDO...

Todas las palabras del mundo no pueden rivalizar con la belleza de una simple flor.


Juan Ramón Díaz Ruiz.



Si entre mil cosas feas...

















SI ENTRE MIL COSAS FEAS...

Si entre mil cosas feas, ves una bella, pon en ella toda tu atención, tu alma, tu corazón.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


Escucha al pájaro que saluda al nuevo día

















ESCUCHA AL PÁJARO QUE 
SALUDA AL NUEVO DÍA

Escucha al pájaro que saluda al nuevo día con alegría;
Lava tu mente con el jabón de la humildad y el agradecimiento;
Alimenta tu corazón con pura bondad y amor;
Perfuma tu alma con el aroma del silencio y el aire fresco;
Oriéntate con la infalible brújula de tu intuición;
Y dirígete con renovada fuerza hacia el destino de la Única Verdad.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


Pasará...

















PASARÁ...

Pasará cada negra nube que llegue, déjala pasar.
No pierdas tu atención en ella, fija tu atención en la luz y la belleza que hay detrás, que siempre están detrás.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


La fuente

LA FUENTE


La razón de existir de una fuente es la de dar agua fresca y limpia a todo aquel que se acerca a ella, sin condición.
La fuente no niega su agua a quién considera que no es merecedora de ella, pues no fue hecha para hacer distinciones.
La fuente no se cansa de dar agua, por que no es ella quien la genera, le es suministrada por un manantial inagotable.
La fuente no llama a la gente para que beban de su agua, las personas sedientas acudirán a ella cuando la necesiten.
La fuente no se siente menos útil por que beba más gente de otra fuente del parque, simplemente es feliz sirviendo plenamente a todo el que se lo solicita.
Todos somos fuentes, y nuestra razón de existir es la de dar nuestra agua más pura a todo aquel que pase por nuestro lado, pues todos estamos alimentados por el mismo manantial inagotable.


Juan Ramón Díaz Ruiz.



Es el momento de abrirse

















ES EL MOMENTO DE ABRIRSE

Es el momento de abrirse como lo hace una sencilla flor.
Abrirse para recibir todo lo que nos es dado;
Abrirse para darse sin reservas.


Juan Ramón Díaz Ruiz.



En pleno frío del invierno...

















EN PLENO FRÍO DEL INVIERNO...

En pleno frío del invierno, surge de la nada una blanca flor, radiante, pura y alegre, que nos dice: “No decaigas, no olvides que la primavera llegará pronto a tu corazón”.
Y así será.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


El niño y la crisálida

















EL NIÑO Y LA CRISÁLIDA

Cuentan que un día un niño vio el esfuerzo que tenía que hacer la mariposa para salir de su capullo y decidió ayudarla. Con unas tijeras abrió el capullo y así la liberó de su duro trabajo. La mariposa salió e intentó volar, pero sus alas no estaban preparadas para ello ya que el esfuerzo que supone el deshacerse de su envoltorio y liberarse es lo que le permite tener fuerza para emprender el vuelo. La mariposa murió.

Tenemos buena intención, pero, ¿sabemos realmente lo que hacemos?


Juan Ramón Díaz Ruiz.


El corazón humano


































EL CORAZÓN HUMANO

El corazón humano está hecho para abrirse y regalar su esencia de amor a todo aquel que se le acerque.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


De oruga a mariposa





























DE ORUGA A MARIPOSA

Fácil es ver, admirar, disfrutar la exultante belleza de una mariposa.
Más difícil es ver esa belleza en la oruga que un día se convertirá en ella.


Juan Ramón Díaz Ruiz.

De las desoladas ruinas de lo viejo...



































DE LAS DESOLADAS RUINAS DE LO VIEJO...

De las desoladas ruinas de lo viejo, renacerá la nueva vida gracias a la fuerza del  amor.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


De la más profunda oscuridad a la más radiante luz



































DE LA MÁS PROFUNDA OSCURIDAD A LA MÁS RADIANTE LUZ

De la más profunda oscuridad a la más radiante luz, sólo nos separa un cambio de mirada, de intención.
Un perder el miedo a deslumbrar nuestros adormecidos ojos; Un deshacernos de la pereza de permanecer en el sueño y lanzarnos con valentía al despertar.


Juan Ramón Díaz Ruiz.


Apaga la tele, enciende tu vida


































¡APAGA LA TELE, ENCIENDE TU VIDA!


Juan Ramón Díaz Ruiz.



¿Qué clase de mundo es éste?


































¿QUÉ CLASE DE MUNDO ES ÉSTE?


¿Qué clase de mundo es éste en el que a la persona de buena voluntad se le llama “tonto” y a la persona de mala voluntad se le llama “listo”?

¿Qué clase de mundo es éste que a la persona pacífica se le llama “débil” y a la persona violenta se le llama “fuerte”?

¿Qué clase de mundo es éste que al que da sin esperar nada a cambio se le llama “idiota” y al ladrón se le llama “triunfador”?

¿Qué clase de mundo es éste en el que repudiamos al que nos necesita y alabamos al que nos esclaviza?

¿Qué clase de mundo es éste en el que al poseer y controlar a otra persona se le llama “amar”?

¿Qué clase de mundo es éste en el que amamos a nuestro coche o a nuestra televisión más que al corazón de nuestros hermanos?

¿Recuerdas cuando eras muy niño, y tenías un corazón puro, alegre e inocente? ¿Recuerdas?

¿Quién te ha engañado? ¿Quién nos ha engañado?

Pídeme lo que quieras, pero no me pidas que te mienta.


Juan Ramón Díaz Ruiz.