NO SEAS TONTO...
"No seas tonto, no des nada a cambio de nada..."
Eso fue lo que lo que me enseñaron de pequeño. Puede que ese fuera mi "bautismo" en el estilo de vida materialista. Seguramente a los que me enseñaron así también les habían enseñado lo mismo.
No se si alguno de ellos habría tenido en su vida la experiencia de sentir plenitud en su corazón, de sentir que su corazón rebosaba de tanto amor que tenían que dar lo que le sobraba por que no podían quedárselo todo.
Puede que no llegaran a conocer la dicha que hay en dar por dar, sin esperar nada a cambio; la dicha de saber que eres afortunado simplemente por tener la capacidad de dar, de dar lo que sea, una sonrisa, una mano, un abrazo, una flor, un dibujo, de dar las gracias... Quien tiene esa dicha es un ser privilegiado, es rico en amor, y por eso puede darlo.
Todos tenemos esa capacidad, pero nos han enseñado que no debemos de dar nada a cambio de nada.
Espero no haberme dado cuenta de esto demasiado tarde en mi vida, darme cuenta de que si todavía puedo dar algo, por sencillo que sea, soy un ser afortunado, pues no estoy haciendo más que compartir con los demás un poquito de todo lo que Dios me da. Es simplemente un acto de gratitud hacia Él.
Por eso yo te digo ahora:
No seas tonto, da por el placer de dar, da por la dicha de dar, da por la gratitud de poder dar, sin esperar nada a cambio.
No tienes porque dar grandes cosas materiales, por que lo que tú tienes para dar es mucho más valioso. Tienes una boca para dar sonrisas y buenas palabras, tienes unos ojos para dar brillo y luz, tienes unos brazos y unas manos para dar abrazos, caricias, apoyo y cosas bonitas, y tienes un corazón para dar amor. No lo menosprecies, tienes todo lo que se necesita, sería una pobreza no utilizarlo.
Si puedes dar es porque tienes esa maravillosa capacidad, utilízala con gratitud.
Te doy estas palabras, y te doy las gracias por leerlas.
Juan Ramón Díaz Ruiz.
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