PÁJARO HERIDO
Recogí un pájaro herido, lo cuidé, lo alimenté, y cuando recobró las fuerza abrió sus alas y voló sin mirar atrás.
Por un momento pensé que era poco agradecido por no despedirse; pero ahora se que voló rápido hacia el cielo para contarle a Dios lo que yo había hecho por él.
Juan Ramón Díaz Ruiz.
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