jueves, 6 de noviembre de 2014
El Olvido y el Recuerdo
EL OLVIDO Y EL RECUERDO
Pude sentir y entender, por un momento, que yo soy amor incondicional y aprobación, pero lo olvidé en algún momento de mi vida, y me pasé el resto de ella buscando ese amor incondicional y aprobación fuera de mi, en el resto de las personas.
Buscando sin parar, sufriendo por no encontrar, sintiéndome vacío al no tener, desesperado de tanto necesitar...
Hasta darme cuenta, por un momento, que ese amor incondicional y aprobación que necesitaba solo me lo podía dar una persona, esa persona que está al otro lado del espejo, esa persona que soy yo mismo. Pues yo soy amor incondicional y aprobación, esa es mi verdadera esencia, a imagen y semejanza de Dios.
¡Trágico olvido!
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Pude sentir y entender, por un momento, que yo soy perfecto tal y como soy, pero lo olvidé en algún momento de mi vida, y me pasé el resto de ella buscando el reconocimiento de esa perfección fuera de mi, en el resto de las personas.
Buscando sin parar, sufriendo por no encontrar, sintiéndome vacío al no tener, desesperado de tanto necesitar...
Hasta darme cuento, por un momento, que el reconocimiento de esa perfección solo me lo podía dar una persona, esa persona que está al otro lado del espejo, esa persona que soy yo mismo. Pues yo soy perfecto tal y como soy, esa es mi verdadera esencia, a imagen y semejanza de Dios.
¡Trágico olvido!
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Quiero recordar, recordar, recordar eso que verdaderamente soy, amor incondicional y aprobación, perfecto tal y como soy... y que en algún momento de mi vida olvidé.
¡Trágico olvido! ¡Bendito recuerdo!
Juan Ramón Díaz Ruiz. 6/11/2014
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